En esta entrada les voy a hablar de los cantucci, los famosos biscotti italianos, son una especialidad de la hermosa región toscana, se sirven acompañados del vinsanto, un vino dulce típico de esta región. La receta es sencilla, solo hay una cosa que puede tomar un poco de tiempo y es cortar los biscotti del grosor deseado. Luego está el tema de elegir la variante que nos guste más y estar de acuerdo con la familia!!! A mi me gustan con almendras enteras, son los clásicos, también pueden hacerlos de pistachos o chips de chocolates.
Ingredientes:
Harina 250 grs.
Huevo 1
Yema 1
Almendras enteras 100 grs.
Azúcar 125 grs.
Polvo de hornear 3 grs.
Manteca 25 grs.
Vino dulce tipo Mistela, Marsala o algún licor (yo usé Frangelico), un vasito de licor.
Opcional ralladura de limón o naranja.
Procedimiento:
Unir la manteca a temperatura ambiente con el azúcar, el huevo, la yema y el vasito chico de vino o licor.
Agregar la ralladura y las almendras enteras o en trozos grandes.
Juntar la harina y el polvo de hornear y tamizarlos. Unir con la preparación anterior formando una masa donde queden bien unidas las almerdras, si ven que es muy seco le pueden agregar otro poquito de vino o licor o un chorrito de leche.
Dejar reposar la masa por media hora a temperatura ambiente cubierta con film.
Luego se divide la masa en dos partes iguales y se forman dos cilindros de alrededor de 25 cm.
Se colocan separados unos centímetros en una fuente con papel manteca y se cocinan en el horno a 180 °C por 25-30 minutos.
Esto es importante: No dejen que se enfríen totalmente para cortarlos! y usen un cuchillo para cortar pan, o sea que tenga serruchito!
Es mejor cortarlos en diagonal y no se preocupen si algunos se les rompen, todo se aprovecha!
Asi se pueden comer, pero lo mejor es lo que viene...Ahora que están cortados, se colocan en placas y se llevan otra vez al horno para que se tuesten, saquenlos antes de que estén dorados porque sino van a quedar muy duros!
Cuando se enfrían se deben guardar en un recipiente hermético, y duran (si los dejan llegar) muchos días.
Son increíblemente ricos, adictivos...Les gustan a grandes y chicos y combinan perfecto con el café.